Tenía para ti las
rosas
De mi boca el aprendiz de besos
Tenía mi voluntad tan orgullosa
De hacerte tan feliz sin miedos
Tenía de un cuento la magia
Del tintero las palabras
Del deseo las ganas de un beso
Tenía la ropa en
cenizas
El fuego en mi
alcoba
Inquietos mis
dedos
Tenía las ganas
De anclar entre tu
corazón
Y eran tantas
Que olvidé que
para mí no hay amor
Tenía para ti las cosas
Que no entregué jamás y ahora
Tenía para ti mis sueños
Dentro del arlequín que llevo
Tenía la ropa en
cenizas
El fuego en mi
alcoba
Inquietos mis
dedos
Tenía las ganas
De anclar entre tu
corazón
Y eran tantas
Que olvidé que
para mí no hay amor
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